I love the black & white, I love the play of light.

Después de un paseo de unos veinte minutos en un clima que no se prestaba más que a uno de cinco, la menor de los Kaulitz se adentró al cine. Había por lo menos dos docenas de personas haciendo cola para comprar sus boletos en la taquilla especial destinada a la película de ciencia ficción más esperada del año: Star Wars. La rubia sonrió y se adelantó todo lo que pudo hasta la taquilla común, esa que comerciaba todos los boletos restantes y que le ponía en marquesina "Lo que el viento se llevó" ¡Vaya, un especial de clásicos!

Ya detrás de 5 personas, Ash sacó el celular de su pequeño bolso y le envió un celular a Kay, su hermana. Se suponía que a esa hora ambas Kaulitz ya estarían reunidas ahí, pero al parecer se habían retrasado las dos. Al final, se parecían más de lo imaginado, ¿verdad?

[Kayra Kaulitz]

Venía tarareando por lo bajo, intentando recrear una coreografía en su mente. Si no se la aprendía de memoria pronto, seguramente le cortaban la cabeza. Llevaba los auriculares puestos mientras caminaba hacia el cine, a pesar del frío, prefería enfriar un poco los músculos y salir a caminar por allí. Sintió como su móvil vibraba dentro de su bolsillo y lo revisó, era de Ashley. Estaba a media calle asi que decidió no contestar.

Apresuró el paso, no quería que ella pensara que le estaba dejando plantado o algo por el estilo. No tenía fama de ser la más puntual, precisamente.

Llegó su turno de comprar los tickets del cine, asi que se acercó a una de las taquillas y habló a través del pequeño agujero al pie de la ventana. Un muchacho muy apuesto le dedicó una sonrisa fugaz cuando ella pidió dos entradas para ver "lo que el viento se llevó", cosa que Ash no le regresó. No porque el chico fuera feo o algo parecido, porque había que admitir que estaba bastante bien; pero parecía ser ése típico chico que le sonreía a todas, hasta que alguna le diera bolilla.

Ni bien obtuvo el cambio y ambas entradas, dió un gracias y se fue para un costado. Caminó hacia las escaleras que la conducían al piso de abajo, donde se hallaba la sala 5, en la cual pasaban la película. Se dejó caer en uno de los escalones y esperó a su hermana, captando ojos que se clavaban en ella al pasar por su lado. ¡Cómo para no hacerlo, cuando la pequeña Kaulitz traía nada más y nada menos que un llameante vestido azul! El plan de una película + un baile era algo que prometía para ambas Kaulitz.

Tacones altos y negros. ¿Desde cuando? Desde que le dijeron que tenía que mejorar la postura. Tenía los pies a la miseria, pero era otro sacrificio que estaba totalmente dispuesta a hacer por su amado baile. Sonrió de lado al encontrarse con la rubia cabellera cerca de los escalones-Lamento la tardanza-murmuró, antes de saludarla por cordialidad con un beso en la mejilla.

Observó las entradas en sus manos y comenzó a descender. No ha´bian comprado palomitas, asi que seguro que si tenía intervalo, saldría a hacer-¿Y cómo estás?-preguntó, mirándola, distraidamente.

Una sonrisa apareció en el rostro de la Kaulitz mayor cuando escuchó la voz que estaba esperando. Ladeó el rostro y recibió muy a gusto el beso de su hermana.

-Si quieres, puedo regalarte un reloj.-dice con suavidad, sonriendo divertida. Ningún Kaulitz era puntual, ni siquiera Ashley, y eso era más que ley. Extendió sus brazos para agarrarse de los de Kay y ayudarse a ponerse de pie.

Bajó los escalones con tranquilidad, sin apurar a su hermana.-Tranquila, llegamos bien.-vuelve a sonreír, tan propio de ella.-He estado mejor, ya sabés.-se encoge de hombros. Pocas personas sabían que ella había estado embarazada, y pocos de esos pocos sabían qué había hecho con sus hijos. Por ejemplo, Kayra era una de las pocas que sabían ambas cosas. De igual modo, desde el día que había dado a luz que la rubia no tocaba el tema...excepto con Kyo, hará varios días.-¿Y tú? ¿A qué se debe la tardanza?

Hace una pequeña mueca con la nariz, sabía las cosas por las que la rubia había pasado, y la verdad no sabría que hacer si algo así le ocurriese a ella. Al margen de que Elizabeth la mataría, más que seguro. Suspiró-Me alegro de que estés mejor, Ash-le dice, sinceramente, mientras camina de su brazo.

Apenas se sonroja cuando escucha su pregunta, se siente estúpida, ella no es de esas cosas-Seth me entretuvo-contesta, casi en murmuros.

Llegaron a la sala del cine y la pequeña rubia mostró las dos entradas. Entraron a la sala, sin soltarse cuando caminaban por el pasillo hasta buscar buenos asientos. Y Ash no pudo evitar el no decir nada cuando vió como su hermana se sonrojaba-

-Mmmh, Seth.-dice con voz seductora, divertida al molestar a su hermana. Le hace ojitos, para que no se molestara. Es más, hasta Kayra se había puesto algo más roja; ese algo la había transformado en un tomate.

Su hermana era una jodida. Sin remedio, una jodida sin remedio. Se enrojeció incluso más-Ya, calla-murmura, negando para sí. Le costaba aún hablar de ese tema, por el mero hecho de que jamás se acostumbraría a tener una relación seria y exclusiva de uno y para otro.

No veía la hora de que su hermana encontrara a alguien, le haría la vida imposible a ella y a su cuñado también.