Adonde quiera que voy..

No tenía idea como había llegado allí, pero al fin y al cabo estaba. Parado frente a una cabaña venida a menos, quizás abandonada, quizás estaba soñando y solo quería escapar de las quejas de Teresa por un momento y veía alusinaciones. Miles había corrido tanto que ya no sentía los pies ni el trasero.

Caminó despacio quitando la hierba alta a su paso, una gran enrredadera tapaba lo que parecía ser la puerta de entrada. Miró hacia ambos lados perseguido como el solo, alguien podía estar viendolo allí, como si estuviera haciendo algo malo, como si tuviera miedo de que lo descubrieran tocandose las partes en publico. Al ver que no había nadie allí el rubión golpeó la puerta para abrirla y entró al a pequeña casita. Todo parecía impecable, amueblada aunque con algo de polvo, entró a la sala y pasó un dedo por la mesa. Caminó un poco más hasta una de las habitaaciones, una cama matrimonial estaba en medio de nada mas, con sus correspondientes colchas y almohadas. Siguió recorriendo hasta dar con la cocina. Tendría algo para comer el refrigerador? Miles se tocó el estomago y siguió abanzando.

Su madre le habia hablado de aquel lugar, ella tenia buenos recuerdos de ahi, aunque no precisamente con su padre, ella sonrio y camino alrededor de aquella cabaña, nunca se habia atrevido a entrar simplemente por que estaba segura que aquel lugar parecia estar abandonado hacia mucho tiempo, le llamo la atencion que la puerta estuviera abierta, su curiosidad, la cual habia heredado de su madre, aumento, tenia que saber porque aquella puerta estaba abierta.

Entro con precaucion, y lo primero que noto, es que aquel lugar no estaba del todo mal, solo un poco de polvo, pero estaba amueblada, y en buen estado. Lo unico que ocupaba es que alguien la limpiara un poco.

Caminaba despacio, no sabia si en realidad estaba sola en aquel lugar, pero no tardo en comenzar a estornudar cuando entro un poco mas, el polvo la rodeaba y ella y sus alergias la habian descubierto, si ahi habia alguien ya sabia de su presencia.

Bien, en el refrigerador no había nada.. en buen estado. Todo parecía estar allí hacia demasiado tiempo y el olor que desprendían las mesclas le hebía revuelto el estómago. Cerró la puerta y fue directo aabrir las ventanas para que el olor saliera rapido, más fuerte quizás que las medias sucias del enano del circo, Diango.

ALgo lo alertó, un estornudo, y otro y otro más. Miles se puso alerta mirando hacia donde la sala y tomó lo primero que tuvo a mano, un palo de amasar, se escondió tras la nevera, silencioso.

Y la alergia aumentaba, aquello era molesto, pero en la sala solo habia una ventana, que le era mas que imposible abrir, estaba demasiado dura necesitaria ayuda, camino hacia la cocina, o al menos eso le parecio, volvio a estornudar, y podia estar segura que su nariz ya estaria roja debida a aquella bendita alergia, no pudo evitar sonreir, aquel lugar tenia las ventanas abiertas y aquello le ayudaba a respirar mejor.

Suspiro hondo el aire que entraba y a pesar de que aun seguia estornudando esto no era tan seguido, no creyo que sus alergias estuvieran a tal nivel, pero ahora entendia a su madre y sus cuidados.

El castaño tenía suerte de que la dueña de la cabaña no lo había descubierto todavía, estaba aovillado sin siquiera respirar a un aldo del refrigerador con el palo de amasar aferrando con las dos manos. En cualquier momento esa rubia podí descubrirlo allí y lo trataría como un ladron, peor aún, un ocupa.

Los enormes ojos claros la miraban ir y venir por la cocina como si fuera la primera vez que estaba allí.. lo sería? No se pondría a pensar en ello, tenía que conseguir una manera de salir airoso de ese lugar. Gateó cuando ella estuvo entretenidoa mirando por la ventana hasta llega r ala puerta por donde había entrado, pero al querer levantarse su frente chocó con un estante y algo sonoro impacto contra el piso rompiendose en añicos.

Aquel sonido la habia asustado, asi que estaba en lo cierto si habia alguien habitando aquel lugar, y lo mas seguro es que la corriera por ser entrometida, estaba por salir por la ventana, pero estaba segura que habia escuchado un pequeño quejido de dolor, ella camino hacia la sala y observo a un joven en la puerta con un golpe en la cabeza.

- estas bien? - se acerco a el y observo su rostro, esperaba que aquel golpe no fuera serio, pero antes de decir otra cosa, estornudo de nuevo, alcanzo a ladear su rostro al estornudar.

Ese golpe si que había dolido, y madres que si. Miles se tocó la frente pero no encontró nada fuera de lugar, era una suerte que no se le hubieran salido los sesos. La chica se le había acercado y el castaño no pudo hacer otra cosa que apartarse rapidamente, mareado y volver a chocar con la nuca con el estante. Ahora si se le acomodarían las ideas.

- Bi.. bien.. - contestó en un leve tartamudeo.

Alexia alejo las manos del chico cuando observo que el se habia asutado y cuando se golpeo de nuevo, se tento a acercarse pero no lo hizo - lo siento.. te he asutado - dijo algo avergonzada con aquello - lamento haber entrado... sin permiso - no sabia si en realidad el vivia ahi, pero se disculpo por si acaso ademas habia hecho que el se golpeara dos veces.

Se paro en la otra esquina de la habitacion enfrente de el esperando que se recuperara, si no estaba bien, no pensaba dejarlo solo y huir. Ademas que edad tenia, se veia muy joven no?

O ella estaba ganando tiempo disculpandose para llamar a la policia o aquello era una inmensa confusión de verdad - Yo.. no vivo aquí.. - contestó sobandose la cabeza con la mano.

Miles se puso de pie lentamente, siempre a la defensiva, sin querer perderle de vista ni un segundo, aún el palo estaba en su mano. - Miles.. - se presentó duvitativo aún, haciendo una inclinación de cabeza lento.

El que dijera que no viviera ahi la relajo un poco y estaba por acercarse cuando vio aquel palo en su mano, ella lo señalo - no es necesario eso..- dijo volviendo a dar un paso hacia atras, moviendo un pequeño estante, la tierra le cayo encima y comenzo a estornudar una y otra vez, - yo...achuu .. debo... - señalo la salida y antes de decir nada salio de la casa y se sacudio el cabello y la ropa entre estornudos, parecia rodolfo el reno, con la nariz toda roja, definitivamente solo entraria ahi si aquello lo limpiaban, no podia estar ahi con tanto polvo.

El castaño tenía uan cabeza muy dura sin duda, porque a pesar de la frente roja del golpe se había levantado como si nada. Escondió el palo tras su espalda al escucharla decir aquello, como un niño que esconde su juguete roto.

La vió salir y lasiguió lentamente, ella estaba enferma? - Puedo hacer algo por ti achu? - preguntó llamandola como ella le había dicho que se llamaba, definitivamente ese nombre si que era raro.

Ella se rio levemente al momento que el la llamo asi, solo necesitaba un poco de aire y que aquellas particulas de polvo se alejaran de su ropa y de su alrededor - me llamo Alexia- dijo antes de estornudar y negó cuando el dijo que si le podia ayudar en algo, en ese momento no podia hacer nada por ella - solo necesito tomar un poco de aire - dijo con una sonrisa de lado, se sento en una roca que no estaba lejos de ahi y miro al chico con curiosidad, que hacia el en aquel lugar.

Miles sonrió levemente - Menos mal que no te llamas asi, no es un nombre lindo.. - le dijo con simplicidad tocandose la cabeza, le saldría un chichon de seguro. Aquellos ojosclaros la observaron curiosamente y luego se desviaron para no incomodarla. - Sabes de quien es esta cabaña? - preguntó mirando el techo, solo necesitaría un poco de limpieza y sería ideal para escapar allí.

Ella nego - ha estado mucho tiempo.. aqui... - sonrio de lado -se que a veces pareciera que alguien estuviera en ella.. pero nadie a visto al dueño - ella observo al chico - tu vives cerca de por aqui... - hasta ese momento se dio cuenta de que no sabia su nombre, asi que le sonrio de lado - tu nombre cual es? - se atrevio a preguntar al fin, a veces podria olvidarse la manera mas facil de conocerse, preguntar el nombre.

Asi que estaba deshabitada. Quizás tenía suerte y el dueño había desaparecido por allí, una sonrisa de esperanza se ilumnó en su rostro, allí nadie lo encontraría de momento.

Volvió la mirada a ella cuando le preguntó su nombre, debía decirselo? Sus primos estaban en la cuidad y Helaine podía hablar de más. - Mi nombre es.. Jeremy.. - contestó rapidamente dandole solo su segundo nombre, nadie lo reconocía con él.

Ella sonrio - Mucho gusto en conocerte..- sentia que el esfuerzo la tenia agotada, su corazon no le habia dado problemas hacia demasiado tiempo y podia sentir como en ese momento se agitaba intentando compensar la alergia, suspiro hondo, para tomar aire, aun asi uno que otro estornudo interrumpo el silencio entre los dos - pensabas golpearme con eso? - señalo el palo que aun llevaba el en las manos.

Asi estaba bien, estaba más tranquilo, Miles se sonrrojo al verse aún con el palo ese de amasar, sin duda, no ibaa cocinar.

- Bueno, creí que tendría problemas, jamás golpearía a una mujer.. - contestó con esa sinseridad abasallante, eterna. Ella no parecía estar del todo bien. - Tienes la nariz roja.. - le dijo tocando allí, le causaba gracia pero no habíaa tisbo de sonrisa en su rostro.

Ella se sonrojo cuando toco su nariz y dijo aquello, el había tomado confianza demasiado rápido, pero el comentario era verdad - esta alergia... - dijo algo avergonzada, comenzó a buscar en aquel pequeño bolso, un pañuelo, debía verse espantosa y le daba vergüenza que la vieran asi, pero no habia podido evitarlo.

-¿ que hacías aquí Jeremy? - pregunto curiosa , normalmente siempre que paseaba por ahí nunca había visto a nadie.

Jamás se tomaba libertades y el atrevimiento aquel que se estaba tomando, pero esa chica le caía simpática y el golpe en la cabeza lo había dejado medio grogi. Se sentó en la grava húmeda por el rocio del verano, una mancha más al tigre no le haría daño.

- Solo paseaba.. - contestó sin más, la historia era demasiado larga y fatigosa para contar. El castaño apoyó las manos en la grava, relajandose apenas.

-

Ella le miro sentarse en el piso y ella un poco mejor subio los pies a la roca y se sento como indio, disfrutando del clima fresco de aquel lugar, aun tenia su nariz roja y estornudaba de vez en cuando pero intentaba ignorar eso - es tan tranquilo aqui - sonrio mientras observaba como la luz se colaba entre los arboles, comenzo a tararear una cancion.

Era lindo allí, si, al menos se estaba en paz, todo lo que pedía era eso. Losamables ojos del castaño hablaban por si solos, entrecerrados.

- Me gustaría vivir aquí, arreglaría la cabaña si fuera mía, la pintaría y quedaría como nueva.. - sueños, solo eran sueños porque él tenía un deber que cumplir.

Hacer aquello seria facil, pero si se ponia a pensar, tal vez el dueño de aquel lugar no le agradara demasiado la idea, - se puede hacer... mientras no te corran de aqui - le siguio el juego, no era imposible aquel sueño, ella lo habia pensado hace mucho cuando termino con Peter, habia decidido huir, como el lo habia hecho.

- y por que quieres vivir aqui? no tienes otro lugar? - continuo con sus especulaciones, y queria saber, curiosa.

Estaba acostumbrado a que lo corran de los lugares, no sería la primera vez por lo que esono era algo que le impidiera hacerlo, la cuestion seria Teresa, todo sus problemas tenian ese nombre pero no se quejaba.

- Claro que si, pero no es lo mismo que este lugar.. - contestó mirandola, no ahondaría ahora en su vida personal, jamás lo hacía y no comenzaría ahora. Se tocó la frente, ya tenía una pequeña contusión visible, genial, parecería un cíclope.

Cuando el se toca la frente, ella se asusto - eso se esta hinchando - se levanto y se hinco frente a el tomo su barbilla para que la viera y se acerco un poco a su frente - tenemos que curarte esto.. al menos un poco de hielo - lo toco levemente pero se alejo del golpe cuando creyo que el habia hecho una mueca de dolor.

- podemos ir a mi casa.. puedo curarte ahi - se ofrecio amable, aunque no deberia no sabia nada de el.

Había hecho una mueca, pero no porel dolor, sino por su cercanía, no le gustaba demasiado el sentirse expuesto ni que cualquiera lo tocara, pero no decía nada, él no era nadie como para pedir aquello.

- No importa, se pasará seguro, no quiero molestarte.. - contestó negando suevemente.